Un fin de semana deportivo y rejuvenecedor en el Hôtel du Golf Barrière, Deauville

Nos alojamos tres noches en el Hôtel du Golf Barrière de Deauville durante un fin de semana largo de julio, y fueron unas vacaciones estimulantes e inolvidables para toda la familia. Con mi mujer, nuestro hijo Achille de 10 años y nuestra fiel perra June, nos sedujo el ambiente tranquilo y la calidad de los servicios ofrecidos.

Situado en las alturas de Deauville, a unos 5-10 minutos del centro de la ciudad, el hotel ofrece un entorno tranquilo y una hermosa vista del campo de golf, la ciudad abajo y el mar a lo lejos. Nuestra espaciosa habitación daba a este impresionante panorama.

El fin de semana estuvo salpicado de momentos inolvidables, empezando por la Little Guest Race, una carrera de maletas Samsonite organizada en los carriles del hotel por Little Guest. Un momento de pura diversión, alegría y convivencia familiar que hizo las delicias de grandes y pequeños.

Achille también pudo participar en una iniciación al golf de una hora (80 euros), perfectamente guiada y muy bien pensada para los niños. Salió orgulloso y feliz. El Club Infantil, dirigido por la simpática Niki, también fue un gran éxito. Gracias a ella, nuestro hijo hizo nuevos amigos de Bélgica, Francia y Suiza….. Jugó, rió y compartió. Hay un verdadero sentido del cuidado, un ambiente amistoso y familiar. Mención especial a Niki por su amabilidad y energía comunicativa.

Otro momento destacado fue un taller excepcional con dos grandes campeonas francesas de judo, Romane Dicko y Sarah-Léonie Cysique, ambas medallistas olímpicas. No sólo iniciaron a los niños en los fundamentos del judo, sino que también compartieron con ellos lo que ocurre entre bastidores en la vida de una deportista de élite. Estos encuentros deportivos, organizados durante las vacaciones, aportan un verdadero valor añadido a la estancia.

En cuanto a la relajación, aprovechamos al máximo la piscina exterior climatizada a 28°C, la sauna, el hammam y el gimnasio. Todo está pensado para que cada uno encuentre su ritmo. Con las bicicletas que nos prestó el hotel, pudimos hacer estupendas excursiones por la zona, pero cuidado: ¡lo que se baja, también se sube! Y el camino de vuelta al hotel puede ser un poco deportivo en bicicleta.

Para los que quieran explorar Deauville sin restricciones, el hotel ofrece lanzaderas gratuitas a los demás establecimientos del grupo en la Barrière: el Royal, el Normandy, el hipódromo, etc. Es muy práctico y está bien organizado. El hotel dispone de un amplio aparcamiento gratuito, pero no de servicio de estacionamiento.

El desayuno es digno de la dirección: se sirve frente al campo de golf y ofrece un bufé amplio y fresco con algunas opciones estupendas. Y todo en un ambiente elegante y relajado. Y por supuesto June, nuestra perrita, fue recibida perfectamente, con cesta, cuencos y pequeños regalos a su llegada. Los camareros, como todo el personal, fueron muy atentos, siempre sonrientes, considerados y discretos.

Nuestra estancia en el Hôtel du Golf superó nuestras expectativas. El tiempo era ideal, el ambiente sereno y las instalaciones impecables. Es el lugar perfecto para una escapada en familia, en una región que combina a la perfección el deporte, la relajación y el arte de vivir.

Nos fuimos de Deauville con la cabeza llena de recuerdos y muchas ganas de volver.