Creta: nuestro viaje para niños

Este verano decidimos viajar ligeros de equipaje y visitar el norte de Creta. Nos alojamos en 4 hoteles de la colección Little Guest, situados entre Chania y Heraklion. Elegimos estos hoteles por los servicios familiares que ofrecen, pero también por su increíble diseño. Aquí te damos nuestras impresiones y consejos.

Parapasar el menor tiempo posible en el coche, aterrizamos en Chania y salimos desde el aeropuerto de Heraklion. Primero pensamos en alquilar un coche para hacer las paradas entre los hoteles, pero no había ninguna oferta asequible (la tarifa media de alquiler para recoger un coche en Chania y dejarlo en Heraklion es de 1.500 euros por 7 días de alquiler). Así que utilizamos el servicio de taxis recomendado por los hoteles (cuentan entre 50 y 100 euros por trayecto). Al final fue una muy buena opción, ya que todos estos taxis tenían silla para niños y eran muy cómodos.

Primera parada: Domes Zeen Chania *****

Desde Bruselas, tardamos tres horas en volar a Creta. Despegamos muy temprano por la mañana, así que optamos por un primer hotel situado cerca del aeropuerto de llegada, a 20 minutos en coche de Domes Zeen Chania. Gracias a Little Guest, tuvimos un check-in anticipado y pudimos disfrutar de nuestra habitación nada más llegar a las 11 de la mañana, a pesar de que el hotel estaba completo. Un gesto que agradecimos mucho.

Nos alojamos en una Suite Pavilion con piscina privada y vistas al mar. Tras descubrir los libros para colorear de bienvenida sobre su cama, nuestro hijo de 6 años se dio un baño en la piscina de nuestra habitación.

Nos encantó la decoración bohemia de nuestra suite, en línea con el resto de la decoración del hotel. Aquí el diseño y el confort son uno. El conjunto está formado por materias primas: madera, hormigón, metal y piedra. Para la ropa de cama se utiliza algodón y lino.

La sensación general que se desprende de esta arquitectura tan singular es de calma inmediata. El ambiente es muy fresco, chic y al mismo tiempo relajado.

El club infantil está montado con el mismo espíritu y cuenta con una zona interior y un gran jardín exterior con piscina infantil y una carpa bereber donde los niños pueden disfrutar de la sombra. Es un lugar muy agradable donde los niños están atendidos por animadores especializados y donde también pueden divertirse con sus padres en acceso libre, todos los días de 13:00 a 15:00 horas.

Nos gustó el carácter íntimo del hotel. Las 100 habitaciones están situadas cada una en un pabellón contemporáneo e individual. Aquí no hay grandes edificios de hormigón.

El hotel sólo alberga un restaurante, pero ofrece diferentes menús para el desayuno, el almuerzo y la cena. La comida es muy buena. Hay un menú infantil muy bien pensado. Los ingredientes son locales y principalmente ecológicos. Nosotros estábamos en régimen de media pensión y los precios de las comidas que tomamos además eran más que razonables (8 euros el menú infantil y entre 14 y 25 euros el de adultos). El restaurante está situado alrededor de la piscina y tiene unas vistas preciosas al mar.

Por la noche, el restaurante se ilumina con las numerosas velas colocadas alrededor de la piscina y ofrece un ambiente mágico.

Los animadores del club infantil se encargan de entretener a los más pequeños mientras sus padres disfrutan del aperitivo.

A mi mujer le encantó el pabellón deportivo exterior, que también tiene vistas al mar.

La playa del hotel está cubierta de algunos guijarros y a veces la acarician grandes olas, por lo que un socorrista vigila a los bañistas. A pocos pasos se encuentra un lugar muy frecuentado por los surfistas de la zona.

La piscina del hotel es muy grande y tiene varias profundidades, perfectas para los niños. No hay socorrista en la piscina, pero se pueden reservar clases de natación para niños. En la piscina hay muchos juguetes hinchables gratuitos.

Mención especial merecen el spa y la sala de tratamientos VIP, instalada en una elegante carpa con vistas al mar.

Apreciamos el servicio y la atención al detalle. Por ejemplo, el hotel ofrece en el cuarto de baño crema solar de calidad y loción para después del sol de una elegante marca local, hay un altavoz Marshall en la habitación, también hay un repelente de mosquitos en la habitación, se ofreció una bandeja de fruta fresca en la habitación a la llegada, se ofreció la posibilidad de salir más tarde, etc.

Domes Zeen Chania superó todas nuestras expectativas. Es un lugar de ensueño para descansar en familia.

Segunda parada: The Royal Senses *****

Para llegar al Royal Senses, la segunda parada de nuestro viaje, el hotel había reservado el mismo conductor. Fue agradable volver a verle, ya que conducía con cuidado, ponía una buena lista de reproducción de jazz y fue muy amable con nuestro hijo. Condujimos a lo largo de la costa durante una hora y 15 minutos y disfrutamos del impresionante paisaje de colinas rocosas, viñedos, olivares y aguas azul celeste.

Nada más llegar, nos impresionó la arquitectura del hotel, construido en la ladera de la colina. Las habitaciones dan a la bahía y todas ofrecen una vista impresionante del mar.

Todo es familiar. El club infantil es muy agradable y también ofrece una vista panorámica del mar. Los animadores hablan varios idiomas, entre ellos francés e inglés. En el desayuno, los animadores se reúnen con los niños y les explican el programa del día. Se organizan noches de cine con aperitivos y palomitas y espectáculos.

Las piscinas son todas de agua salada y hay una magnífica piscina especial para bebés.

Pero lo más destacado es, por supuesto, el parque acuático con sus toboganes gigantes! El lugar ofrece un espacio para los niños pequeños y otro para los grandes… y sus padres ¡Sus emociones y risas están garantizadas!

Nos alojamos en una suite con vistas al mar y jardín. Nuestro hijo durmió en un cómodo sofá cama y un tabique separaba el salón del dormitorio principal. Esta habitación es especialmente adecuada para familias.

El hotel tiene un pequeño funicular para llegar a las habitaciones en lo alto de la colina. Este funicular es muy cómodo (especialmente para los padres jóvenes que viajan con sus cochecitos) y entretenido para los niños.

Le sugiero que opte por el paquete de media pensión, que incluye una comida al día en el restaurante buffet, además del desayuno. De este modo, tendrá la oportunidad de probar los otros restaurantes a la carta que ofrece el hotel. La comida es realmente muy buena. Mención especial merece el restaurante de pescado Asterias, que ofrece una impresionante puesta de sol y un menú con la pesca del día.

Durante nuestra estancia conocimos a unas simpáticas familias francófonas con las que lo pasamos muy bien, fue genial que nuestro hijo hiciera amigos.

Hay que saber que se puede llegar a la playa en un minuto con el servicio de transporte gratuito. No es un inconveniente, pero es mejor saberlo. La playa está situada en una cala que parece un antiguo puerto deportivo y es muy segura para los niños. Se pueden practicar deportes acuáticos como moto acuática y parasailing por un coste adicional.

Los huéspedes que se alojen en la villa tienen acceso a camas King-size en primera línea de playa.

El Royal Senses abrió sus puertas el 27 de julio de 2021 y nosotros nos alojamos allí el 17 de agosto del mismo año. A veces nos pareció que el personal aún no se estaba orientando, pero el personal era tan amable que esto se perdonó rápidamente.

Nos lo pasamos muy bien en este hotel con su entorno relajante y sus increíbles vistas. Lo recomendaríamos a familias que busquen relajarse en un entorno muy cómodo y refinado, a escala humana, ya que consta de unas 120 habitaciones.

Tercera parada: Grecotel Amirandes *****

La decoración del Grecotel Amirandes nos dejó boquiabiertos durante nuestra estancia. En efecto, el hotel está construido en primera línea de playa y ofrece una vista excepcional del mar, que es aún mejor al atardecer.

El hotel está a sólo 15 minutos del aeropuerto de Heraklion, lo que resulta muy práctico cuando se viaja con niños. Algunas veces al día se pueden ver incluso algunos aviones en el cielo, pero no resulta molesto.

La decoración y la arquitectura de este hotel boutique están perfectamente integradas con la naturaleza y se componen de materiales locales, como la piedra seca cretense, reconocible por su color gris-ocre. Lo mismo ocurre con la comida, que procede principalmente de la granja cercana propiedad del hotel.

A nuestra llegada, nos alegró saber que nos habían ascendido a una villa de 2 dormitorios con vistas al mar y piscina privada: ¡el paraíso! En la planta baja, sobre la cama de nuestro hijo, había pastas y juegos de bienvenida . Arriba, el dormitorio principal tiene una terraza que da al mar.

Durante toda nuestra estancia en la villa, disfrutamos de nuestro propio pabellón de playa situado en la mejor parte de la playa.

El Grecotel Amirandes ofrece un servicio y unas instalaciones de 5 estrellas. Lo que más nos llamó la atención fue la amabilidad del personal, especialmente con nuestro hijo. Ya fueran los jardineros, los camareros o las camareras de piso, siempre tenían una palabra amable para él. Esta política « kid-friendly » se refleja hasta en los más pequeños detalles. En el restaurante se ofrecen todos los platos infantiles. Cada día, nuestro hijo recibía un regalo diferente en su habitación: un globo de animales, una camiseta con su nombre impreso, etc.

Elclub infantil es gratuito. Cuatro animadores se encargan de entretener a los niños, entre ellos Aude, una chica francesa de 21 años con una amplia sonrisa y una personalidad dinámica. Nuestro hijo Achille iba al club infantil todas las mañanas y se divertía mucho. Hacía manualidades, plantaba judías en el jardín o iba a la caza del tesoro.

Mientras tanto, mi mujer iba a la clase colectiva de gimnasia acuática y hacía ejercicio en el gimnasio, mientras yo consultaba mi correo electrónico.

Por las tardes pasábamos tiempo con la familia en la playa o en la piscina de nuestra preciosa villa. También jugábamos al tenis. Mientras yo intercambiaba pelotas con mi mujer (11 euros/hora por el alquiler de la pista), nuestro hijo Achille recibía clases particulares con un instructor del hotel (65 euros/hora).

Todas las noches, a las 21 h, el anfiteatro del hotel se transforma en una minidisco. Los animadores del miniclub se divierten con los niños y sus padres haciendo coreografías alocadas.

El buffet de media pensión es muy elegante y muy bueno, lo que no es habitual en un buffet de hotel. Los restaurantes a la carta son muy democráticos y ofrecen una cocina refinada. Mención especial merece el sushi del restaurante asiático, que después de unos días proporciona una gran variedad de delicias culinarias.

¡Realmente lo pasamos de maravilla en este hotel confidencial que cumplió todas nuestras expectativas e incluso más!

Última parada: Rocrita Lifestyle Beach Resort *****

El Hotel Rocrita de Creta es un remanso de paz y confort, ideal para quienes buscan tanto relajación como exploración. Enclavado en la costa norte de la isla, el hotel goza de una ubicación privilegiada, con impresionantes vistas al mar Egeo y fácil acceso a las playas de los alrededores. Su moderna arquitectura se funde armoniosamente con el paisaje natural cretense, y los materiales locales crean un ambiente cálido y acogedor.

El Hotel Rocrita ofrece habitaciones amplias y bien equipadas, que combinan confort y elegancia. Cada espacio está diseñado para proporcionar un ambiente relajante, con toques de decoración mediterránea. Las instalaciones del hotel incluyen una piscina al aire libre, un spa de lujo y restaurantes que sirven refinada cocina cretense, preparada con ingredientes locales frescos.

Los huéspedes pueden disfrutar de diversas actividades en el hotel, desde deportes acuáticos hasta senderismo por las montañas circundantes. Para quienes deseen descubrir la historia y la cultura de Creta, también se ofrecen excursiones a yacimientos arqueológicos y pueblos tradicionales.

Ya sea para una escapada romántica, en familia o con amigos, el Hotel Rocrita es el lugar perfecto para disfrutar de la belleza y la hospitalidad de Creta.

¡Gracias Pequeño Huésped!